La Decimotercera historia: La Foguerona de San Juan

La plaza de San Salvador era el lugar de celebración de la noche de San Juan, donde se prendía fuego a la hoguera, la “foguerona” de San Juan, como así se llamaba en toda la comarca del alto Aller.

En Asturias no es la hoguera exclusiva de este día, aunque sí es ritual generalizado en la noche del 23 de junio. A. del Llano[1] descubre la costumbre de encender la “foguera” la víspera de la fiesta del pueblo, delante de la iglesia o ermita. En Aller el fuego es inherente a las fiestas, hasta el punto de que por extensión, la “foguera” forma parte del conjunto de manifestaciones públicas que tienen lugar el día anterior a la festividad.


[1] Llano Roza de Ampudia, A de, Del folclore asturiano, Oviedo 1977.

Los niños éramos los más madrugadores a la hora de traer las ramas, hojas, palos y pequeños troncos para preparar la hoguera. Desde las primeras horas de la tarde del 23 de junio hasta el anochecer juntábamos toda clase de material combustible, sobre todo troncos secos de árboles, que arrastrábamos hasta la plaza amontonándolos cuidadosamente. Al anochecer los mozos del pueblo comenzaban a traer leña y los niños quedábamos en la plaza expectantes hasta la hora de encender la hoguera. Siempre eran los mozos del pueblo los encargados de esta obligación, pero antes del encendido se iban acercando todos los vecinos en torno al montón de leña. Se encendía la hoguera y enseguida tomaba grandes proporciones iluminando la plaza de San Salvador.

Los vecinos, cogidos de la mano formaban un cordón humano para danzar alrededor de la hoguera. Los mozos y las mozas entonaban las canciones tradicionales de la noche de San Juan. Había una cierta rivalidad entre unos y otras a la hora de poner letra a las tonadas. A través de estas canciones se daba un repaso a los acontecimientos más importantes que habían sucedido a lo largo del año. Los poetas del pueblo colaboraban en la confección de los ripios de la noche de San Juan, aunque también aparecía el ingenio espontaneo de las mozas y los mozos a la hora de bromear sobre las relaciones amorosas de alguno de ellos.

En el Cancionero musical de la lírica popular asturiana de E. Martínez Torner aparecen ciertos cantares populares, algunos de ellos muy conocidos que informan del sentido de la “foguera” en fecha tan señalada:

¡Señor San Juan!

En la foguera

Ya no hay que quemar.

¡Viva la danza!

Y los que en ella están.

¡Señor San Juan!

Coplas nacidas al calor de la hoguera de la noche de San Juan puestas en boca del pueblo:

Yo, si voy a la foguera

No voy a la romería

Que mi padre no me deja

Andar de noche de día.

Cuando el fuego bajaba de intensidad y se habían terminado las danzas y tonadas, comenzaba el rito del salto de la hoguera por parte de los mozos. En el cancionero antes citado aparece el salto de la hoguera:

Amor es fuego

Quien no se atreva

A saltar las llamas

Que no me quiera.

Los saltos de los mozos resultaban un espectáculo más de la noche de San Juan. Al principio lo hacían ayudándose de un palo a modo de pértiga y cuando había bajado la intensidad de las llamas saltaban sin ninguna ayuda. Siempre se producía alguno que otro percance por parte de los hombres más maduros que presumían de jóvenes, cuando intentaban saltar la hoguera y terminaban chamuscándose las posaderas. Estos incidentes los aprovechaban los poetas para reproducirlos en los ripios que se fueran a cantar en la próxima “foguerona” de San Juan.

Guardo un recuerdo muy alegre, divertido y luminoso de la “foguerona” de San Juan en la plaza de San Salvador.

6 comentarios

  • Por Honofre, 8 junio 2011 @ 13:30

    Ya era hora de volver a leerle D.Alberto. Por favor prodiguese un poco más.

  • Por Pozo moqueta, 9 junio 2011 @ 16:49

    Enorme…cada lectura me presta más.

  • Por Rosita, 11 junio 2011 @ 11:54

    Yo también guardo muy buenos recuerdos de la hoguera de San Juan. Es una lástima observar como muchas de estas costumbres hayan desaparecido o simplemente sean utilizadas como una excusa para hacer botellón.

  • Por Rompeolas, 11 junio 2011 @ 12:06

    Algún bigotillos que yo me sé saltó la primera vez con suerte la hoguera, también la segunda, pero a la tercera por fin se cayó para dejar en paz a nuestra comunidad autónoma. ¡Hasta nunca gandul!

  • Por Muno, 14 junio 2011 @ 16:36

    Cómo siempre, es todo un honor leerle. Pero queremos más. Muchos saludos

  • Por Miguelin, 17 junio 2011 @ 17:48

    Qe grande es usted, y que increíble todo lo que cuenta. Ademas, no es por regalarle el oído, que también, pero cuenta usted las historias de tal forma que a uno las hace vivirlas y sentirlas

Otros enlaces a la entrada

RSS feed para comentarios en la entrada. TrackBack URI

Deja un comentario

Opiniones Libres