Décimo novena historia: El paisanaje de San Salvador 7

El cura y el carretero

Otra vez traigo a colación a don Valentín, el cura de Vega, pero en esta ocasión nada tiene que ver con los amores de Escolástica, la sobrina del cura, con Angelín, el cariñosu. Ahora lo traigo a esta crónica por culpa de un carretero republicano que contrastaba opiniones en verso con este cura monárquico. De la escena que tuvo con Angelín el cariñosu deducimos que don Valentín, el cura, es un hombre sagaz, con costumbres sanas y piadosas. Por Mercedes, la de Petimalé conocimos algo más de este clérigo de la parroquia de Vega, pero las anécdotas que la abuela contaba de él, tenían que ver con la agudeza, inteligencia y buen oficio para los ripios que demostraba don Valentín.

Mercedes, la de Petimalé, contaba con buena memoria las discusiones, que el cura ofrecía en ripios, sobre sus simpatías políticas hacia la monarquía y que él diferenciaba sin disimulo de las republicanas de Benino, el carretero de San Salvador.

Benino, el carretero, era otro buen trovador de la villa de san Salvador, que gozaba en el pueblo de buena fama por su ingenio y buen humor. Benino tenía a su favor, con respecto a los demás vecinos, el hecho de conocer otros lugares, otras opiniones derivado de su oficio de carretero y que lo hacían aparentar más criterio a la hora de juzgar la política del momento. Los vecinos lo tenían por mejor informado y destacaba por saber leer, escribir y versificar los acontecimientos que tuvieran algún interés en el pueblo. Además Benino, el carretero, era un hombre que arrastraba con su elocuencia popular, era persuasivo con los paisanos del pueblo a los que trataba de catequizar para sus ideas republicanas.

Estas inclinaciones republicanas de Benino, el carretero, no le impedían cumplir como buen cristiano que era, con el precepto dominical en la parroquia de Vega, además contrastaba y controlaba las afirmaciones que el cura pudiera verter en su homilía dominical, porque don Valentín, el cura, en la prédica dominical acostumbraba, además de explicar el evangelio, a soltar alguna crítica al republicanismo agudizado del momento. En una de estas homilías don Valentín, el cura, advirtió que estaba Benino, el carretero, entre la feligresía, aprovechó entonces para condenar las ideas republicanas con tanta vehemencia que incluso mandaba al infierno al que hiciera proselitismo con ellas, advirtiendo además de los peligros que esta ideología traía para la vida de un buen cristiano. Por el contrario don Valentín, el cura, predicaba sin ningún rubor las bondades del sistema monárquico, afirmando que estas ideas casaban mejor con la tradición cristiana. Don Valentín, el cura, que era un hombre bondadoso sin embargo cuando se trataba de defender la monarquía exageraba, pero mucho más si veía a Benino, el carretero, entre el público parroquiano.

Benino, el carretero, pertenecía a la parroquia de San Salvador pero venía a la de Vega para molestar al cura, para enterarse de lo que decía, de esa manera podría combatir las ideas monárquicas de don Valentín, el cura, con más ahínco y tomaría nota de las cristianas para perseverar en su fe, no debemos olvidar que Benino, el carretero, era un buen cristiano.

El cura y el carretero intercambiaban los ripios por medio de Suso, el sacristán de la parroquia de Vega. Benino, el carretero, entregaba antes de la misa los ripios, recogía los del cura y de esta singular manera canjeaban sus ingenios ideológicos.

Mercedes, la de Petimalé, recitaba con mucha ilusión los que Benino, el carretero, había escrito después de escuchar el sermón condenatorio de las ideas republicanas y la repercusión que traerían para un buen cristiano. Los cantaba de esta manera:

Un cura no muy lejano
en la iglesia predicó
que no iría al cielo no
quien fuera republicano.

Soy republicano entero
sin ninguna soldadura
y pienso entrar en el cielo
primero que ningún cura.

Don Valentín, el cura, cuando recibió los ripios del carretero le contestó al domingo siguiente con estos versos:

Benigno un verso escribió
y que dice muy formal
que a la Patria celestial
irá primero que yo.

Si para eso hay amaños
no reñiremos los dos,
váyase usted con Dios
y espere allá muchos años.

Estos son los ripios que yo encontré sobre esta discusión famosa entre el cura de Vega y el carretero de San Salvador. Pero el tíu Benino  tenía fama en el pueblo de satirizar las costumbres de algunos vecinos con ripios que él recitaba para entretenimiento de la vecindad.  Con estos ripios quiso criticar a los tres amigos que formaban tertulia diaria con él:

Para dar palos Alfonso,
para beber Celestino,
para jugar don Amalio,
para soplar el tíu Benino.

Celestino era el notario de San Salvador, no le gustó que el carretero se metiera con los compañeros de tertulia y le pusiera fama de borracho, por lo que le contestó al día siguiente:

Dar palos es de valientes,
el jugar de caballeros,
el beber es de quien puede
y el soplar de pedorreros.

El tíu Benino además de carretero era herrero en el pueblo, solía hacer trabajos y transporte para Vidal, un albañil constructor que además de tener fama de mal pagador, Benino lo sufría en sus propias carnes, por lo que decidió mandarle la siguiente misiva:

Soy herrero y labrador
soy carretero e industrial
y nunca tengo un real.

¿En qué consiste Vidal?

El tíu Benino vivía con uno de sus hijos desde la muerte de su esposa María. Tenía costumbre de tomar un tazón de leche al desayuno, pero desde que había parido la vaca, Genciana, la nuera, le ponía una taza más pequeña. Benino aguantó con resignación durante un tiempo hasta que vio que, a pesar de que la vaca ya daba más leche, seguía con la taza pequeña. Desayunó como siempre sin decirle nada a Genciana, la nuera, pero le dejó debajo de la tacina estos ripios:

En vista que la cordera
ya da leche bastante,
dejaremos la tacina
y volveremos al tanque.

5 comentarios

  • Por Honorato, 18 julio 2012 @ 11:37

    Gran artículo, como siempre un placer leer a D. Alberto.

  • Por Gonzalo, 21 julio 2012 @ 15:28

    Un relato muy simpatico,pero que pena que el cura no llegara a la gente lo mismo, ni mucho menos que el,los,tios Benino.

  • Por pepe, 28 julio 2012 @ 14:56

    COMO DE COSTUMBRE Y PARA NO VARIAR…MAGNIFICO RELATO..RECORDANDO A UN OLVIDADO PERSONAJE DEL MUY NOBLE Y EXCELENTISIMO AYUNTAMIENTO DE ALLER EL SACERDOTE D.VALENTIN DE LILLO Y HEVIA,QUE FUE ARCIPRESTE DE ALLER,APICULTOR POETA Y ESCRITOR,SU OBRA CONOCIDA ES “GONTRODO”UNA HISTORIA DEL SIGLO XII “MAS ARRIBA DE LEVINCO Y MAS ACA DE LA BARCENA,HOLLANDO ABRUPTO PEÑASCO QUE YEDRAS CUBREN Y ZARZAS RESTOS DEL FEUDAL CASTILLO DE OTRO TIEMPO Y DE OTRA RAZA…”D.VALENTIN FUE UN SANTO,Y REPRESALIADO POR LOS AMIGOS DE BENINO…SIENDO ENCARCARCELADO POR LOS REPUBLICANOS EN UN BARCO PRISION EN GIJON Y CONDENADO A MUERTE SIN JUICIO..UN CARCELERO “DESCUIDADO”DEJO LA PUERTA DE LA CELDA ABIERTA EN LA NOCHE DE SU EJECUCION Y SE FUGO CON OTROS COMPAÑEROS DE CELDA QUE LE OBLIGARON A ACOMPAÑARLES EN SU HUIDA HASTA LEON.HOY BENINO Y SU AMIGO D.VALENTIN ESTARAN EN EL CIELO DE LOS JUSTOS,DONDE NO HAY COLORES NI BANDERAS….SALVO…LA INTELIGENCIA,LA SABIDURIA Y LA HERMANDAD.GRACIAS ALBERTO,POR TRAERNOS A LA MEMORIA PERSONAJES COMO ESTE,QUE LO DIO TODO..A CAMBIO…DE NADA.(que en paz esten)

  • Por jose manuel, 2 agosto 2012 @ 18:18

    LA VERDAD D.ALBERTO,AGRADEZCO SUS ESCRITOS E HISTORIAS,Y LAS MUCHAS ENSEÑANZAS DE LOS CUALES SE PUEDEN SACAR….IRONICOS,ENTRETENIDOS Y HUMANOS DE UN TIEMPO PASADO….QUE HASTA CREO FUE MEJOR,

  • Por marjory, 22 agosto 2012 @ 22:47

    En este caluroso estio,he disfrutado leyendo todos tus articulos….fascinantes….icribles…pero ciertos,espero seguir leyendo muchos mas

Otros enlaces a la entrada

RSS feed para comentarios en la entrada.

Deja un comentario

Opiniones Libres