ENTRE EUGENIO Y TIP Y COLL

Publicado en DM 23 febrero 2018

                                        TIP Y COLL

Después de cinco meses de haber aplicado el temidísimo articulo 155 de la Constitución, en una reciente conferencia de prensa, el portavoz del Gobierno nos ha anunciado que están contemplando introducir algunas reformas en la enseñanza de los niños catalanes con el fin de dedicar más horas al castellano. Tras las preguntas obligadas de los periodistas, aclaró que no era una reforma de las competencias del Estatuto, sino el estudio de cómo estudiar los estudios de los estudiantes que estudian en Cataluña, estudiando cómo sus estudios podrían reformarse, dejando bien claro que tan solo era un estudio inicial que significaba el estudio cuidadoso de cómo estudiar la aplicación de las mejoras estudiantiles. Ni Tip y Coll lo habrían hecho mejor. Eso lo decía , lleno de precauciones, nada más y nada menos que el Ministro de Educación y Cultura, quien viene ocupando su cargo desde hace tiempo, y al parecer, aún no había estudiado adecuadamente el problema. Y al poco, la Ministra de Sanidad, que como no tiene nada que hacer, salta con una historia distinta. Pues que bien.

Si el ministro del ramo aún no se había dado cuenta de que la enseñanza en Cataluña lleva años ignorando los pronunciamientos del Tribunal Constitucional reiteradamente ignorados por los nacionalistas de la Generalitat catalana sentenciando que debían dedicar más horas a la enseñanza en castellano para hacerla equiparable a la dada en catalán el asunto es más grave de lo que todos conocíamos. Todos excepto el señor ministro y sus directores generales de educación, comenzando por la inspección de servicios y terminando por los fiscales.

Han sido necesarias las continuadas quejas de los padres y de las asociaciones civiles en defensa del castellano en Cataluña, para que el responsable de la política educativa en nuestro país se de cuenta del continuado incumplimiento de las leyes y del adoctrinamiento que durante años se viene practicando en Cataluña. Aquello de que el río Ebro nacía en tierras extrañas, que Santa Teresa nació en Barcelona e incluso que Cristóbal Colón era catalán, nunca fueron motivo de estudio para los inspectores de educación. Al final, miles de jóvenes crecieron con las convicciones que les dieron sus adoctrinadores maestros y, entre ellas, que Cataluña no sólo no es España, sino que constituye un vecino opresor.

Mientras la sociedad catalana ha venido sufriendo las consecuencias de una enseñanza que condicionaba el acceso a puestos de responsabilidad o al funcionariado en función del conocimiento del idioma, y entretanto los gobiernos nacionales miraban a otro lado o, como ahora, estudian cómo resolver el desaguisado, ciertamente tenemos un problema. El mismo que se añade a la inoperancia de un Ministerio de Interior incapaz de controlar lo que hacen los cuerpos policiales autonómicos. O la de un Ministerio de Presidencia, que ignora la existencia de una televisión pública pagada con los impuestos de todos, en la que se siguen defendiendo a los independentistas y contempla al fugado Puigdemont y toda su corte, como representantes legítimos del pueblo catalán. E idéntico al de un Ministerio de Justicia que contempla inane como una diputada autonómica, llamada a declarar por un juez, afirma sin tapujos que la proclamación de la Republica el pasado 1 de octubre, fue una acción premeditada y cierta, sin que el fiscal de turno adopte ninguna medida, imposibilitando al juez que tome la misma decisión por la que otros compañeros de rebelión están encarcelados hasta el día de hoy. O como el ministerio de Hacienda, incapaz de controlar las cuentas públicas de una Autonomía en rebeldía, estudia, — otro con la misma historia — como reducir la deuda catalana mediante generosas quitas económicas, negadas a otras regiones.

Con ese panorama, no es extraño que muchos catalanes, convencidos de pertenecer a un país llamado España se sientan no sólo abandonados, sino incluso estafados por los partidos que se proclaman constitucionalistas y busquen en nuevas formaciones la identidad orgullosa de seguir sintiéndose españoles. Y desde luego, el hartazgo del resto de España hacia quienes dedican toda su atención a vigilar el nivel de la prima de riesgo, el nombramiento de un vicepresidente para el Banco Central Europeo, o el retiro al limbo de qué hacer con el futuro de las pensiones, mientras permiten que el endeudamiento sigue su ascendente galopada, confiados en que los demás son aún peores.

El genial Eugenio se preguntaba: “¿Sabes aquel que diu?…. Uno que va a ver a un adivino, llama a la puerta y le contestan: ¿Quién es?. Y él responde: ¡Pues vaya mierda de adivino!”. Pues en eso estamos. O dejan de estudiar los problemas y toman medidas o las próximas elecciones van a colocar a cada uno en el lugar que se merece.

MAS DIFICIL TODAVIA

n_real_madrid_anti_barca-10621835Publicado en DM 11 febrero 2018

           Señores, pasen y vean, la función ya ha comenzado.

        Ofrecemos el mejor espectáculo del mundo y la sorpresa está garantizada. En la pista de nuestro circo actúan acróbatas, contorsionistas, equilibristas, magos, malabaristas, payasos, titiriteros, tragafuegos, y sorprendentes trapecistas. Hemos convertido lo que antes constituía la maravilla de los niños en la principal atracción de los adultos. Ya no asombran los tigres amaestrados, ni las mujeres barbudas, porque su magia ha sido reemplazada por los canales de televisión con programas infantiles o documentales zoológicos. No hacen ya falta trapecistas, ni tigres rugientes, ni focas sosteniendo globos. ¿Acaso no es más divertido hoy día oír a muchos políticos que el ir y venir de los payasos en la pista?. ¿Qué nos ofrece como novedad el fonambulista oscilando en un cable?. ¿No es más incierta la actitud de quienes hacen malabarismos y equilibrios con las leyes?. ¿Nos sorprende el hombre tragasables cuando todos los días les vemos hacer lo mismo con todo tipo de sapos y donde dijeron digo dicen Diego ?.

En nuestro espectáculo hay actores que, en vez de vestir como arlequines, lucirán lacitos amarillos para que sepamos de antemano cuál va a ser su papel. Los que ganan las elecciones no dirigen la función y quien las pierde acusa a los vencedores de mezquindad por no dejarles un diputado para tener mejor asiento que el incómodo del gallinero. Los socialistas, digieren con bicarbonato su chasco electoral mirando de reojo cómo desmarcarse de los constitucionalistas sin que se note mucho. Los nacionalistas de CIU, responsables de la estafa multimillonaria del 3 por ciento no se responsabilizan de la deuda porque han cambiado de nombre, y con sus mismos dirigentes ahora se llaman PDdeCat y junto a Esquerra Republicana vuelven a las andadas, sin haber renunciado a nada, salvo a lo estrictamente necesario para que los que están imputados y bajo fianza sobrevivan a la función, contactando con los presos, desde sus celdas, vía Whatsapp. Tenemos un ex director de función que hasta ayer insistía en que debía votarse a un fugado de la Justicia, en espera de nuevas demandas al Tribunal Constitucional, aunque fuera candidato por vía telemática o por delegación de voto sin debate alguno, porque el reglamento de nuestro circo no contempla que puedan ser presidentes ni los elefantes ni los ornitorrincos, lo que constituye un autentico dilema que deberán resolver sesudos magistrados. Y más difícil todavía: los de la CUP amenazan con quemar la carpa para que todo cambie.

Entretanto, hemos blindado las fronteras como si llegase una invasión, por si acude nuestro principal protagonista con toda su corte, tras su ir y venir por los helados parques de Bruselas exhibiendo la propaganda de nuestro del espectáculo, aunque al final, el genial artista ha preferido olvidar su papel de payaso-estrella y probablemente, en una nueva pirueta, acabe marchando a Rumanía porque ni Estremera ni Soto del Real seducen a quien prefiere vivir en una mansión de Waterloo, la tierra donde Napoleón perdió sus sueños imperiales, dejando desolado a la alegre muchachada de los lacitos amarillos.

Hay quienes dicen que al final todo se arreglará, pero ofrecemos la incertidumbre de ocultar al personal cuál va ser el desarrollo del espectáculo. Una parte de los artistas quieren repetir la función, con los mismos fonambulistas, los mismos payasos y los mismos titiriteros, ignorando que una parte de los espectadores ya están hartos de esas bromas y equilibrios sobre la pista. Otros protestan e insisten en que debe cambiarse la gala, con nuevos actores. Per aunque la función se retrase un poco, no se preocupen, que la diversión está garantizada, y seguirán oyendo los rugidos de las fieras en la pista, contemplarán las piruetas de los contorsionistas y se deleitarán con las payasadas de quienes han convertido un Parlamento en el mayor espectáculo del mundo mundial. Es parte del más difícil todavía, él no va más de la gracia y se sorprenderán de lo mucho que aún no han visto. Porque todo puede pasar en una carpa como la nuestra donde la diversión está garantizada sin que puedan ver nada parecido en ningún rincón del mundo. Olviden sus problemas, y déjense llevar por la magia que les ofrecemos. Enamórense de nuestros actores, ríanse con las declaraciones de nuestros protagonistas, maravíllense de sus piruetas. No encontrarán nada mejor para olvidar sus problemas.

Y sigan subvencionando la función, para pasmar al personal. Señores, no se preocupen por el precio de la entrada, pasen y disfruten del espectáculo. La función continuará.

Opiniones Libres