Lo políticamente correcto es un concepto acuñado por Vladimir Ilich Ulianov, es decir el camarada Lenin, cuando señaló que la línea a seguir era la que marcaba el Partido.
Es a partir de esto cuando se establecen una serie de ortodoxias propugnadas por personas o grupos organizados, dedicados a la extensión e imposición de ciertas ideas y lo que es más miserable, dedicados también a estigmatizar a todo aquel que trate de apartarse de esas ortodoxias basadas casi siempre en el buenísmo de los meapilas y en la prohibición.
Ante estos brujos con alma totalitaria hay que reclamar el derecho a decir lo que no quieren oír, el derecho a decir lo que no quieren que se sepa, a reclamar el derecho a decir porqué existen vacas, porqué tenemos toros o porqué cada vez hay más árboles en España.
Las vacas existen, ya sean estas frisonas, charolesas o tudancas porqué el hombre las cuida y atiende para su reproducción porque otros hombres comen su carne, beben su leche, consumen los productos que de ellas se derivan, posibilitando beneficio económico y trabajo para muchas otras personas. Esta es la razón cierta por la que existen vacas, en ningún caso la existencia de tan atolondrados animales esta relacionada con la bondad humana o el amor con la naturaleza, exactamente los mismo que ocurre con los caballos, que siguen existiendo a miles porque existe el Turf, los concursos hípicos, el turismo rural o el ecuestre además de las carnicerías de equino.
Pocos grupos más reaccionarios que los antitaurinos, estos amantes de los toros bravos como aman tanto a estos animales quieren que se prohíban las corridas de toros ( siempre prohibiendo ) sin querer enterarse o enterándose muy bien que los toros bravos de lidia, es decir fieras, existen porque se celebran corridas de toros, los toros bravos existen porque hay empresas de espectáculos taurinos que tienen beneficios, contratan gente y además les pagan formando un entramado económico con multitud de actores, actores que son capataces, peones, mayorales, caballistas, herradores, guarnicioneros, veterinarios, camioneros, propietarios de almacenes de forraje, carniceros, espectadores ….. muchos espectadores que pagan haciendo posible una actividad económica que es la causa por la que existen toros bravos de lidia, porque sin negocio no hay toros y entonces que sería de nuestros reaccionarios antitaurinos, a que se dedicarían sin los toros …? Bueno, siempre pueden pedir que los nacionalicen ( a los toros )
Tampoco son grano de anís nuestros aguerridos ecologistas, ellos y sus santones anunciadores de la apocalipsis continua, depredadores de subvenciones para anunciarnos un calentamiento global aún en estudio. Nuestros ecologistas, digo nuestros porque buen dinero nos cuestan, como auténticos mandriles del activismo ( nueva profesión esta, la de activista) subvencionado se dedican a disparar contra todo lo que se mueve, aún a costa del progreso, del desarrollo, de la verdad incluso, porque por poner un ejemplo en España la masa arbórea ha crecido desde 1975 más de un 130 %, hasta los 17.804 millones de árboles, a pesar de todas las mentiras contadas sobre la deforestación los árboles han aumentado porque las personas se han encargado de que así sea, cuidan de la naturaleza porque gana dinero, desde el papel para periódicos hasta el corcho de las botellas que se consumen en Whitehall Place, Sede del National Liberal Club. Lo mismo que existen perdices, liebres o perros de caza porque existe la caza y se contratan personas, bienes y servicios, que todos ellos juntos se preocupan de la existencia de la fauna porque de ella viven, igual que las tribus africanas han hecho posible la recuperación de los elefantes en cuanto han tenido la posibilidad de hacer negocios y obtener beneficios.
Esta es la acción humana, la que con su trabajo y su esfuerzo genera riqueza, la que persiguiendo el muy noble fin de ganar dinero hace posible que existan las vacas … y los toros.
