VALDECILLA Y EL PUESTO 27

Publicado en DM 23 diciembre 2016hospital_santander_3

           Puede haber sorprendido que en un reciente informe sobre calidad hospitalaria, Valdecilla haya sido situado en la posición 27, pero no  a los profesionales sanitarios que trabajan allí, muchos de los cuales han ejercido su trabajo, desde hace 15 años, en una situación de constantes obras. La valoración, realizada por un organismo independiente de la Seguridad Social, se basa en informes aportados por el propio hospital, asociaciones profesionales y la apreciación de los enfermos. El hospital que durante años se situaba entre los primeros de España es ahora uno más; bueno, pero sin destacar entre los mejores.

A esa situación se ha descendido por varias causas. En primer lugar por su pérdida de hospital de referencia. Lógicamente, los hospitales con mayor área de atención asistencial son los que mejor se sitúan en la valoración general y Valdecilla, con el desarrollo del Estado Autonómico, vio en pocos años, cómo reducía su atención al pequeño marco regional de una población de 500.000 habitantes, similar a la de muchos barrios y pueblos de Madrid o Barcelona En segundo lugar, el hospital se ha visto sometido durante dieciséis largos años a una reorganización, durante los cuales los enfermos debían ser distribuidos entre el edificio principal, la residencia Cantabria, Liencres y Santa Clotilde, en un constante ir y venir de los servicios, con continuos desplazamientos de médicos y enfermos para realizar procedimientos diagnósticos o tratamientos.

El Valdecilla que ahora se añora, fue obra de la idea de un médico a quien aún se debe un merecido homenaje, el doctor López Vélez, que transformó la vieja Casa de Salud en un moderno hospital en tan solo dos años. Tras él, las sucesivas direcciones han sido ocupadas por gerentes ajenos a su historia, nombrados por el gobierno de turno y muchos de los cuales ni siquiera eran clínicos de prestigio reconocido. Los jefes de servicios clínicos que señalaban las prioridades fueron apartados del protagonismo en la toma de decisiones, se mermó su autoridad y el hospital se disgregó en parcelas súper especializadas, cada una con su respectivo encargado. Esto conduce a que el enfermo sea atendido por múltiples médicos, sin que exista el concepto de atención integral, con repetición de pruebas diagnósticas, nuevas esperas y consultas continuadas, antes de llegar a un tratamiento definitivo. Curiosamente, solo la profesionalidad del personal sanitario, cuya opinión es sistemáticamente ignorada por los órganos de gestión hospitalaria, es el que produce mayor satisfacción en los enfermos, tras ser ingresados y haber superado largas listas de espera en consulta o en urgencias.

El malestar de los sanitarios es constante por el continuo cambio de su lugar de trabajo, la aglomeración de pacientes y los tiempos de estancia hospitalaria, en detrimento a la atención del enfermo. Pero además, un hospital es primero un centro asistencial, después docente  y por último investigador. Esta secuencia se ve con frecuencia alterada en Valdecilla, donde muchos médicos dedican más tiempo a labores investigadoras o docentes, que a las de la prioritaria atención clínica.

Pero hay más. La política sanitaria realizada en los últimos años, ha convertido Valdecilla en un inmenso complejo, en el que más que un hospital con consultas, se ha convertido en unas consultas con hospital anexo. Esto daña su valoración, contemplada como una consulta masificada por procesos que podrían estar a cargo de los médicos de cabecera o cualquier especialista extra hospitalario. Junto a ello, no se ha abordado una política racional de Urgencias, que limite el acceso a las mismas. Los enfermos que la saturan son fuente del mayor número de quejas por su lentitud y acumulación de pacientes en las mismas, sin que se hayan dado las suficientes alternativas fuera del hospital, que permitan la solución de muchos procesos en otros centros de Urgencia más pr´pxomos al paciente, dotados con más medios diagnósticos y mayor equipamiento humano.

El problema no es que el puesto 27 refleje que la atención médica sea mala, sino que a juicio de muchos profesionales y enfermos, no funciona adecuadamente su prestación, con largas listas de espera, escaso contacto humano  y malestar generalizado de todos. Y todo ello, con la creencia de que la inversión de miles de millones en edificios iba a hacer de Valdecilla el mejor hospital del mundo mundial. Al final, ha resultado que el dinero gastado no resuelve todo lo que se esperaba.

LA I+D+I DEL MURCIELAGO

Publicado en Diario Montañes, 2 diciembre 2016

fotos-murcielagos

Igual que  los murciélagos se ofuscan a la luz del día,

 la inteligencia se ofusca ante cosas evidentes.

 Metafisica. ARISTOTELES

                Nada menos que 118.000 euros va a gastarse el gobierno regional en contar el número de murciélagos que hay en Cantabria, para seguir una inaudita  normativa europea de conservación del hábitat.  La decisión  se tomó en un Consejo de Gobierno el pasado mes de octubre y el anuncio del concurso público, que ha sido enviado al Boletín Oficial de Cantabria, parece conllevar  cierta urgencia en adjudicarlo, ya que sólo se permiten ocho días para presentar las ofertas. Una vez conseguido el contrato, la empresa o el particular  que presente la mejor propuesta económica dispondrá de dos años enteros para terminar el estudio. Las exigencias son muy concretas sobre el tipo de expertos en murciélagos que se buscan. Entre otras cosas, el Gobierno se pide experiencia previa en trabajos sobre murciélagos en Cantabria realizados en los últimos tres años, donde seguro que existen mucha gente  dedicada a ello. La medida tiene su lado bueno. Con independencia que  se siga escrupulosamente lo ordenado por un extraño gabinete de Bruselas, siempre encontraremos a un grupo de biólogos en desempleo que obtengan los miles de euros destinados a este fin. Pero es imposible evitar la sospecha de un cierto grado de amiguismo, cuando se es tan meticuloso en sentar unas bases tan estrictas y abonar al adjudicatario una dotación económica que más que triplica el sueldo medio de un médico, un maestro, un policía o un bombero.

No se trata de una broma. Que nadie desdeñe la importancia de los murciélagos, como recientemente  han señalado dos altos responsables de la Consejería de Medio Ambiente. Su alimentación insectívora es fundamental para el campo y no hay que olvidar su potencial propiedad de ser transmisores de la rabia. Incluso han señalado como muchas obras públicas millonarias se ven paralizadas por no haber tenido en cuenta el hábitat de la biodiversidad cántabra.

Nuestro Gobierno Regional, en sus últimos presupuestos, destina una cantidad similar para la lucha contra las plagas, 120.000 para actuaciones de vialidad en algunos pueblos ante las nevadas,  110.000 en convenios con la Universidad para investigaciones prehistóricas, 100.000 para erradicar el chabolismo y el mismo importe  para la recuperación de zonas de marisqueo o ayudas para explotaciones ganaderas tras epidemias. Si observamos otras partidas resulta sorprendente que solo se destinen 300.000 euros para incentivos del empresariado industrial,  250.000 para reforestación de los montes o 500.000 para el fomento de energías renovables. Cantidades ridículamente superiores a las destinadas para contar murciélagos. Claro que siempre han existido prioridades y las directrices de Bruselas, salvo las de ahorro, deben cumplirse a rajatabla.

Mientras se anuncia una subida de impuestos para hacer frente a la deuda autonómica, cabe la duda de si para  los 500.000 habitantes de la región será motivo de orgullo el haber cumplido la normativa europea y la tranquilidad de tener identificada claramente la población de murciélagos de nuestro entorno. Será el chocolate del loro, pero tengan por seguro que sobretodo, quienes saltarán de alegría serán los adjudicatarios de los 118.000 euros, para asumir su trascendente trabajo.

Esperemos, que el Presidente podrá señalar en sus numerosas apariciones públicas, donde explica los caminos para combatir la crisis, haga referencia a  cómo Cantabria dedica recursos a investigaciones de altura, no sólo en ensalzar las anchoas y los sobaos como ejemplos de I+D+I.

 

 

 

Opiniones libres