ISRAEL COMO VICTIMA
Articulo publicado en el Diario Montañes 2010
Desde hace algún tiempo estamos acostumbrados a que las noticias solo nos mostrasen la sangre de iraquíes asesinados por el estallido de un camión bomba, barrios de las ciudades pakistaníes devastados en un atentado o unos cuentos muertos de afganos en una aldea perdida. Salvajadas en tierras lejanas, nada especial en suma. En el mundo árabe pueden morir cien personas en un atentado entre sunnies y chiies; no nos conmovemos. Otra cosa, es que Israel mate a alguien.
Israel, tiene unos valores democráticos, políticos, sociales, económicos, culturales y religiosos, perfectamente homologables a cualquier Estado democrático de Occidente. Sin embargo, siempre se presta mas atención a los gritos de Hamás que a los de un estado, que constituye un bastión de nuestra civilización en el vientre de un mundo donde se agita el radicalismo contra occidente, el odio, los atentados, la corrupción y la política del coche bomba o del secuestro de rehenes para ejecutarlos.
Desde 1948 las Naciones Unidas han reconocido el derecho a que exista como Estado. Sin embargo en cuatro ocasiones se le ha intentado destruir por las agresiones de sus vecinos, sin que en ningún caso hayan sido condenados por ello sus protagonistas. Estos no claman por el reconocimiento de un estado palestino, que ya existe, sino que exigen, sencillamente, la eliminación física de un país cuyas raíces históricas en ese territorio tienen una antigüedad mucho mayor a la de los propios palestinos. Tras los fracasos de guerra abierta, desde hace años se utiliza el terrorismo como elemento de lucha.
Israel tiene pleno derecho a proteger la vida de su población civil de los ataques indiscriminados desde Gaza, desde donde se le lanzan diariamente missiles. Una acción de guerra suele responderse con otra, y por ello Israel fue duramente criticado. Para evitar el rearme de Hamás se impuso un bloqueo marítimo de tipo defensivo. El derecho marítimo internacional señala que cuando rige un bloqueo, no está permitida la entrada de embarcaciones al área en cuestión, pudiéndose abordar las embarcaciones transgresoras y derivarlas a un puerto cercano.
El día 31 de mayo la armada israelí interceptó un convoy de seis embarcaciones que pretendían violar el bloqueo naval impuesto. Israel había advertido a los organizadores con una semana de antelación que toda la ayuda humanitaria podría alcanzar Gaza por vía terrestre, desde un puerto israelita. Incluso Chipre, impidió que los convoyes usaran sus puertos, que partieron de Turquía y Grecia. Al ser interceptados, cinco de los seis buques se detuvieron y acataron las órdenes. El sexto también lo hizo, pero cuando los soldados israelitas, de acuerdo con las normas del derecho internacional, descendieron sobre la cubierta del buque para realizar una labor de inspección, fueron atacados. Ante ello, hubo la respuesta armada que ha provocado la tragedia.
Y entonces estalla Occidente con gestos de irritación. No se lamentan por las víctimas, sino que se teme a la reacción irritada del mundo radical islámico. No se temen las bombas que puedan caer sobre Israel, sino por las que nos hagan explotar en nuestros barrios. Dormidos en nuestra placidez, amodorrados por un pacifismo suicida que creemos garantizará nuestra seguridad, nos sacuden imágenes que nunca quisiéremos ver y hechos que pocos se comprometen a enjuiciar con objetividad. Todos en silencio o aferrados a lo políticamente correcto. Excepto quienes carentes de mensaje político, sin armadura ideológica tras la desaparición de sus mentores marxistas se unen a los nuevos anarquistas y grupos marginales que alimentan los movimientos antiglobalización. Todos se unen a las manifestaciones contra Israel que durante semanas será la gran culpable.
Nuestra cobardía intelectual nos evidencia que, entre nosotros, muchos incluso estarían dispuestos a dejar que sus gentes fuesen echadas al mar, o que desapareciesen en un nuevo holocausto si con ello consiguiéramos que nos sonriera el mundo islámico. Aunque sigamos descubriendo organizaciones destinadas a provocar matanzas en capitales de Europa, deteniendo a suicidas con explosivos para volar aviones comerciales, y escuchando mensajes de odio lanzados desde algunas mezquitas de Europa. Solo nos movilizaremos para autorizar o prohibir el burka o el derecho de una niña a llevar el niyab cuando acude al instituto.
4 Comments
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By La mano invisible, 10 junio 2010 @ 21:22
Me alegra ver este artículo aquí después de su publicación en papel.
Es magnífico leer a un demócrata sin complejos.
By Fernando, 22 junio 2010 @ 15:27
Enhorabuena por el artículo, no tuve la ocasión de verlo en el periódico y me alegra poder leerlo para satisfacción de los libres opinadores. Un saludo
By fan politico, 15 julio 2010 @ 11:45
Por lo que se de usted, pertenece al PP. ¿Como es posible que ese partido no aproveche su valía, su modo de expresar ideas coherentes? Muchos estamos mas que hartos de los politicos de Cantabria, incapaces de expresar ideas . Solo escriben cuando tienen que atacar al contrario y para decir lo bien que , según ellos hacen todo. ¡Que manera de desperdiciar los pocos talentos que se ven en esta tierra!
By marcos, 16 septiembre 2010 @ 16:46
¿Realmente se cree ud,todo lo que escribíó? como militar deberia saber que las acción del estado terrorista de Israel viola el derecho internacional y es un vulgar acto terrorista:¿si fuera verdad la candida versión que ud, da ,por que la reacción del Gobierno turco?miembro de la Otan y aliado de Israel.Da lastima que gente inteligente, ¿General?, quiera hacer pasar a la gente por tonta….ah pero no es un mero asunto de opinión ,es un asunto de ver de que lado estoy…PP..Derecha,conservador,ya me di la respuesta.