VIETNAM EN EL RECUERDO

Artículo publicado en el Diario Montañés

el 29 de septiembre de 2009

 

Vamos a dar un salto en el tiempo. Para las gentes de mi generación, allá por los años 60, el mundo se encontraba envuelto en plena Guerra Fría. En Estados Unidos se estrenaba un nuevo Presidente, J.K.Kennedy, iniciándose una época de cambio y esperanza, pero en el sudeste asiático  existía un problema político que nos parecía lejano. Tras el abandono de los franceses, derrotados por las fuerzas vietnamitas en Dien Bien Phu, se anunciaba la  amenaza del avance comunista, que  dirigida por Hanoi enarbolaba la bandera del anticolonialismo.

 

Estados Unidos envió unos asesores militares y una pequeña guarnición. Comprobó  la ineficacia del  gobierno de Saigón y forzó un golpe de estado que acabó con su derrocamiento y el asesinato de sus dirigentes. Pero quedó un vacío de poder que fue reemplazado por gobernantes militares. Así se inició el último enfrentamiento armado que enfrentó al mundo comunista con el mundo occidental: la guerra de Vietnam, que duraría más de una década.

 

Estados Unidos llegó a enviar medio millón de soldados. Pero pese a la potencia de sus bombardeos masivos, a las intervenciones de sus helicópteros derramando napalm o a las acciones de sus marines todo se traducía en constantes muertes con envíos de ataúdes envueltos en la bandera americana. Estados Unidos hubo de abandonar Vietnam, quedando para la historia la  imagen del helicóptero apostado sobre un tejado al que intentaban acceder centenares de vietnamitas huyendo de las represalias que se avecinaban.

 

Hoy, cuarenta años después la historia se repite, con las  áridas tierras de Afganistán como escenario. Tras la retirada de los rusos, como en su día ocurriese con la de los  franceses en Vietnam, se consideró el territorio afgano un peligro para el mundo. En este caso la amenaza del terrorismo ha sustituído a la del avance comunista. Estados Unidos  envía soldados equipados con moderno armamento, y la ayuda de fuerzas de varios países, para erradicar a los talibanes. Pero lo que inicialmente pareció una misión sencilla, se ha convertido en un conflicto, donde las emboscadas se mezclan con bombardeos en los que mueren civiles afganos. Cada vez que contemplamos el mapa, vemos un escenario donde se despliegan las fuerzas internacionales, incapaces de derrotar a los talibanes y sus señores de la guerra.

 

Se pretende imponer una sagrada democracia en un mundo de señores feudales, con tradiciones y costumbres ajenas a nuestra mentalidad, apoyados en unas creencias religiosas hostiles al mundo occidental. Se sostienen políticos escogidos, y se intenta que dirijan un país de gobiernos despóticos de todo signo. El resultado es la violencia desatada, las muertes por centenares y el odio de la imagen occidental,  con alemanes, ingleses o españoles incluídos, como en su día lo fue  la americana. Se ha transformado un país de luchas tribales y traficantes de opio en un enjambre de gentes armadas con kalashnikov, que miran con odio la presencia de ejércitos extranjeros. Es la consecuencia de una intervención en tierras donde se ha pretendido saltar desde la Edad Media a la cultura del siglo XXI. Envueltos en nuestro bienestar y nuestro concepto de respeto de derechos y libertades, creemos que ese mundo nos envidia, cuando realmente nos desprecia y ahora nos acaba odiando.

 

Probablemente se necesiten aún más muertos para que se haga realidad la imposible victoria. Las estepas de Afganistán son las nuevas junglas de Vietnam. El adorado Kennedy de los sesenta es el admirado Obama del siglo XXI, pero los muertos son los mismos jóvenes que se envían a una misión imposible. La implantación de una democracia en  Afganistán es una quimera sin apoyo popular donde los talibanes, que representan la resistencia nacional a la intervención extranjera como en su día los comunistas del Vietcong, aunando ideología, religión y nacionalismo. Y finalmente asistiremos a una retirada, dejando un país desolado, donde los talibanes regresarán a establecer su orden y sus represalias. Para Occidente,  quedará una legión de mutilados, muertos y descrédito.

              

Si preguntamos qué intereses tiene España en aquellas tierras, no obtendremos respuesta, salvo una angélica declaración sobre los compromisos internaciones con nuestros aliados, una lucha contra los focos de terrorismo.

 

Ocurre que estamos gobernados por unos dirigentes ansiosos de lavar sus actitudes en conflictos previos, que creyeron que era lo mismo que vigilar la convivencia en Kosovo. Y así, tras el derribo de dos helicópetros, tras las minas que hacen volar nuestros blindados, tras los heridos en ataques esporádicos, nuestros soldados, encerrados en sus acuartelamientos o realizando misiones de vigilancia, se encuentran acosados por la marea de violencia que inunda Afganistán, como en su día los marines americanos se desangraron inútilmente en Vietnam.

11 Comments

  • By La Mano Invisible, 27 agosto 2010 @ 18:58

    He tenido que leer de nuevo el título del artículo, pense que se refería a Irak.

  • By gatorabioso, 27 agosto 2010 @ 20:08

    la ironia es la mejor arma de las personas inteligentes, herr Osterreicher

  • By Jaime Garcia-Rodriguez, 27 agosto 2010 @ 23:17

    Tal vez lo más sintomático sea ver al Presidente del actual Gobierno de España esconderse en las bases militares a la hora de dar el pésame a las familias de los caídos españoles en Afghanistán. La prensa es casi unánime en atribuírlo al miedo de dicho Presidente «a ser pitado o abucheado». Si es así, que Dios se apiade de él. Un hombre se esconde porque ha hecho, como Caín, algo malo y vergonzoso. El Sr. Rodríguez Zapatero ha hecho más que eso: insistir que Afghanistán no es una guerra, pretender que la Ministra del Ejército sabe algo de Ejército o reducir a las Fuerzas Armadas al papel de una ONG o al de unas unidades de intervención en emergencias que es un rol propio de Protección Civil. El Sr. Rodríguez y sus teloneros están intoxicados de buenismo, Carta de Naciones Unidas, finalidades «eminentemente humanitarias» y respuestas a peticiones de ayuda y apoyo efectuadas por gobiernos «amigos». Será lamentable ver como, cuando deje de ser Presidente, vá a tener que permanecer encerrado en las cuatro paredes de su casa. Antes de hacerlo que, por favor, reconozca la beligerancia de los muertos para que las familias tengan derecho a unos subsidios que aquí se dán a cualquiera. Salvo a los combatientes españoles en Afghanistán.

  • By Paco El Salao para la Mano Invisible, 30 agosto 2010 @ 3:50

    PARA LA MANO INVISIBLE: Creo que su comentario está impregnado del «y tu más….». Mire vd, si estoy en lo cierto, con esta actitud simplemente confirma lo que ya se sabe, las «cagalitas» socialistas huelen bien por narices, y por ello se tiene que perdonar, ya sean en afganistan, en filesa, en el gal o de cualquiera otra cagalita de sus 100 años de honradez. Sea valiente y no sea como bart simpson con aquel «yo no he sido» y después a señalar a otro, eso es de cobardes. Cada cual tiene su San Benito como se dice en España o su Vietnam como se dice por otros lares.
    Lo que se reprocha al gobierno de esta de momento nación, es que se miente, o mejor dicho se disfraza con palabrería la verdad y eso perjudica a mucha gente. Seguramente hay que estar donde estamos, en afganistan y seguramente debiéramos haber continuado en iraq, pero con la verdad por delante, ni armas de destrucción masiva, ni reparto de magdalenas como las ONG, el ejército básicamente, que yo sepa, está para defender o atacar… las misiones humanitarias son de la cruz roja and company, aunque el ejército les acompañe para garantizar su trabajo.

  • By Garfield, 30 agosto 2010 @ 17:46

    Don Javier, una sociedad cobarde tiene muchas papeletas para desaparecer. Si la actitud pusilánime de los gobiernos de occidente actuales (que piensan que los soldados solo sirven para repartir alimentos) hubiese sido la misma en la Segunda Guerra Mundial, ahora no le llamaría «Don», le llamaría «Her».

  • By gatorabioso, 1 septiembre 2010 @ 10:26

    Garfield , ¡por lo más sagrado!, que no se entere HERR Osterreicher

  • By andres, 2 septiembre 2010 @ 11:02

    querido amigo javier estoy completamente de acuerdo con lo que escribes y te felicito porque muy frecuentemente te adelantas a muchos en tus analisis. Hoy, Carrascal coincide contigo en la tercera página de ABC

  • By La mano invisible, 6 septiembre 2010 @ 7:45

    D.Gato revise su vuelta al mundo, no puedo escribir comentario

  • By nuria allende, 7 septiembre 2010 @ 11:34

    tengo que felicitarle por le precision de sus comentarios, aunque quizas en Afganistan el mundo se juega algo mas que en Vietnam

  • By manolo ruiz, 10 septiembre 2010 @ 11:56

    fenomenal Javier. Cada vez que publicas algo me sorprendes por la agudeza de tus comentarios. Tienes que hacerlo más a menudo Gente como los que estais en esta pagina de Oponion no se encuentra facilmente.

  • By gatorabioso, 17 septiembre 2010 @ 22:10

    Solucionado «mano invisible». Y aprovecho la oportunidad para invitar a todos a seguir mi vuelta al mundo , a la que pueden acceder pinchando en el enlace lateral

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