UN GENIO ANDA SUELTO

No nos habíamos dado cuenta. Nadie había pensado en ello. Han pasado los años sin que la grandeza de su pensamiento genial se hiciese notar. ¿Cómo ha podio Cantabria desaprovechar las profundas ideas de uno de sus más preclaros dirigentes? ¿Cómo tan solo un pequeño grupo de sus afines han sido capaces de salir elegidos para dirigir nuestra región?. ¿Cómo pudo el PP desaprovechar su inmenso acerbo intelectual en una despreciada vicepresidencia? ¿Cómo tan solo una carambola electoral le ha permitido llegar a presidir nuestra región?. ¿Quién será el responsable de tanto talento olvidado durante años?.
Han sido necesarios los fastos de FITUR para que su pensamiento deslumbre a la sociedad. Se emplearon varios miles de euros para convidar a más de 300 personas a una opípara cena. Ahí están las fotos: ministros, empresarios, políticos, concejales y un largo etcétera de notorios paniaguados. Hay que repasar la lista de invitados: además de los ministros de Interior y de Economía que tienen algún lazo con Cantabria, se encontraban el de Exteriores, la de Vivienda, la de Innovación y el ex ministro de Justicia que no supo si estaba en Jaén o Ciudad Real. Ya me dirán qué relación tienen con nuestra región. Pero también cenaron de gorra la presidente del Tribunal Constitucional, el presidente de la Caixa, los de las empresas constructoras Sacyr y OHL, el del Real Madrid, el del Corte Inglés, el de cervezas Mahou, el del Centro Nacional de Inteligencia y la familia de un preso holandés en las cárceles de México. La crème de la crème, oigan. Todos sonrientes, invitados a costa del presupuesto de los cántabros.
Y la ocasión había de pasar a la posteridad. El presidente tuvo un sueño. Pero no un sueño vulgar, algo como qué hacer para disminuir el paro en Cantabria, aumentar su renta o atraer inversiones. Esas son nimiedades del día a día. Se necesitaba un sueño trascendente, algo que provocara una convulsión de la sociedad. En esta época de adoración papanata hacia un presidente americano, ningún sueño mejor que contar con su presencia en la región. Obama en Cantabria durante su segundo mandato electoral. Obama pronunciando un discurso trascendente, con todos los focos internacionales pendientes de sus palabras. Un Obama resplandeciente, como en Oslo, como en Copenhague.
¿Se pueden imaginar al presidente de Estados Unidos en el Parlamento de Cantabria?. ¿O quizás en el balcón del ayuntamiento?. Invitado al Soplao, dando una vuelta por la bahía, visitando un ferial de ganado, dando una conferencia en la Obra Social de Caja Cantabria. Pues además, en vez de acudir a la réplica de Altamira, esa maravilla que costó millones para reproducir en cartón los bisontes del magdaleniense y que carece de visitantes, Obama visitará la cueva verdadera. Lo ha dicho el presidente, que en su sueño, piensa ponerse alzas en los tacones, como Sarkozy, y abrirle las puertas de Altamira para mostrarle cómo los primitivos cántabros pintaron algo en el mundo, aunque fuese 10.000 años atrás.
Nuestro genio ha tenido otros sueños con anterioridad. Soñó que el castellano nació en los altos de Campoo, que Comillas sería la universidad más famosa del mundo hispanohablante, que los campos de golf cántabros desplazarían a los ingleses, que los quesos del Pas ocuparían las mercados internacionales, que las anchoas se convertirían en delicatessen de la jet universal, que las ferias de ganado competirían con los mercados argentinos o brasileños de carne, que las romerías de nuestros valles obscurecerían el carnaval de Río, que el Hospital Valdecilla sustituiría a Houston y a la Clínica Mayo, que los generadores eólicos producirían más energía que las centrales atómicas francesas, que un tren bala uniría Alar del Rey con Puertochico que sus entrevistas con Buenafuente romperían el share televisivo nacional, que sus cálculos renales eran tan importantes como las piedras lunares.
Pero nunca alcanzó la gloria de conseguir que Obama acudiese a Cantabria. Eso lo soñó nuestro genio. O eso dijo en la espléndida cena de Fitur.
Yes, we can. Si no fuese un sueño, sería una pesadilla.

2 Comments

  • By La Mano invisible, 23 enero 2010 @ 20:39

    Pesadilla D Gato, pesadilla. Es dificil encontrar un ser mas superficial e irresponsable.

  • By Carlos, 24 enero 2010 @ 21:49

    Lo triste Gato, es que la mayoría de los periodistas de Cantabria actúan como palangraneros de semejante especimen, te dicen en privado una cosa y en público te comparan a revilluca con Sir Winston Churchill.

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