Un marrón en la CEOE
Yves Díaz de Villegas ha sido un valiente. O un loco. Ventilar los asuntos oscuros del presidente de la CEOE exige tener los datos y las manos limpias. Pero también asumir lo que pueda pasar. No me veo yo a Mirones quedarse tan pancho esperando a que escampe. Así que Díaz de Villegas ya puede vigilar que no le dejen un muerto en el maletero del coche, figuradamente hablando, claro.
Aqui hacerle a uno un traje está chupado, y como siempre paga el pato el que denuncia, negro futuro tiene el secretario general. Lo que ha contado en su carta que pasaba con las contrataciones en su organización tiene todo el color de las trapisondas de un chorizo. Aunque también es verdad que mezclado con un cierto destilado a ingenuidad y a dejarse hacer, lo que en frío podría tacharse de falta de personalidad.
Si los dineros gastados de aquella manera en la CEOE fueran sólo los de sus socios, pues bueno, allá ellos con sus juicios y sus condenas. Pero parte de lo que se han pulido en cosas con los amigos se ha pagado con lo de todos los cotizantes, así que hay que poner negro sobre blanco, sacar hasta el papel más amarillo, y que luego cada palo aguante su vela. A quien le toque el marrón de hurgar en el marrón para dejar claras las cosas quizá debiera ir poniéndose a ello.
afilié hace 20 años, el PSOE ha sido para mi, sobre todo, un puñado de rostros. Caras de gentes que siempre han estado ahí haciendo política, dentro del partido y en las instituciones, a las duras y a las maduras. Cuando voy a las asambleas, si cierro los ojos durante las intervenciones, recupero imágenes acumuladas en todo ese tiempo y muchos momentos pasados, porque las voces forman con sus rostros los recuerdos de mi militancia.