La carpeta

No sigo las comparecencias de la comisión que investiga lo de GFB, pero una foto de la de Ángel Agudo me ha llamado la atención: llevaba sus apuntes en una carpeta de Correos, de donde es presidente desde hace unas semanas. La colgué en tuiter, y algunos de mis seguidores más cachondos apuntaron que quizá el exconsejero se había acercado al Parlamento en una Vespa amarilla, y que incluso pudiera haber regalado sellos conmemorativos a los diputados de la comisión. Para que luego digan que el sentido del humor y la mala baba es sólo cosa del sur.

Foto original: DM

Usar carpetas corporativas es una costumbre de todas las empresas, que saben que una imagen cuidada y un marketing bien calculado juegan un papel esencial en la captación de negocio. También en las instituciones es normal que las haya, y que se usen. Los altos cargos las llevan con sus papeles a reuniones y comparecencias, porque dan más seriedad que una de las de gomas de toda la vida con el asunto o el nombre de la institución escritas a mano en la portada. Eso queda para los particulares que no tenemos título nobiliario. Y quizá también debiera haberlo sido, en este caso, para Agudo, que no deponía en sede parlamentaria como responsable del ente del que llevaba una carpeta. Ya hubiera estado mal que hubiera usado una de la consejería de la que ya no es responsable, pero ir con la de Correos parece un poco una chulería. Incluso estando como estoy seguro de que no había más intencionalidad que la práctica de llevar los documentos a resguardo.

No es baladí el asunto, por mucho que pueda parecerlo. No sólo porque estas cosas valen un dineral (la unidad no, pero el conjunto sí, y en tiempos de crisis se percibe más), sino porque trasladan la sensación de que cuando alguien llega a un despacho oficial hace tan suyo todo lo que conlleva que termina arramblando hasta con las gomas de borrar. ¿Qué pintaba una carpeta de Correos en el Parlamento de Cantabria? Nada. Los papeles podían haber ido sueltos, o en una comprada para la ocasión y costeada por el compareciente, y no pagada con dinero público, como la que usó.

Estas cosas, por desgracia, terminan siendo tan cotidianas que nadie les da importancia. Seguro que el exconsejero de Economía tuvo toda su atención puesta antes de comparecer en recoger lo más exactamente posible lo que quería decir sobre GFB a los comisionados, y que ni se percató de lo inadecuado de llevarse debajo del brazo una carpeta del ente que ahora dirige. Lo que pasa es que de tan mecánico que se hace, al final no es difícil que la gente piense que en esto de coger y usar se empieza por una carpeta y se acaba por algo de haya en la caja.

email

2 Comments

  • By Libertario, 6 noviembre 2011 @ 16:51

    Quien dice que vd. ,querido D. Víctor Javier, no tiene título nobiliario …? el suyo es el de la libertad de opinión e independencia de criterio. Además este título es republicano.

  • By gatorabioso, 8 noviembre 2011 @ 13:49

    y sobre todo…¿qué meritaje exhibe el señor Agudo para ser director general de correos?

Other Links to this Post

RSS feed for comments on this post. TrackBack URI

Leave a comment

Opiniones libres