IBERIA se hace la sueca

Entre un batiburrillo de espacios comunes y explicaciones del manual de ponerse de perfil y escurrir el bulto, IBERIA le ha dicho a César que tararí que te vi, que no le devuelven ni un duro de los euros de más que tuvo que pagar por bajar a La Palma de vacaciones de Semana Santa en un segundo vuelo después de perder el primero por el cacao que tienen montado para la facturación en Barajas. O sea, que de que las filas sean una y varias a la vez, de que los mostradores operativos sean pocos, de que los pasajeros se mezclen y se confundan porque no hay nadie que de explicaciones ni ayude, de que los trabajadores que dan tarjetas de embarque y pesan maletas no den abasto, y de que por todo ello se te cierre el vuelo en la espera y tengas que acoquinar una pasta para coger otro, tiene la culpa el maestro armero, pero IBERIA, que es quien gestiona el asunto, no.

Volé con IBERIA el fin de semana pasado, y aproveché para ver qué contaba su presidente en la revista de la compañía que te prestan para amenizar los cinco primeros minutos del viaje. Por supuesto, que para eso la editan ellos, mucho autobombo y cero autocrítica. Con palabras tan sobadas como los argumentos que le dan a César para no resarcirle por los costes que han tenido para él sus fallos de organización, el hombre este se da jabón a sí mismo por el éxito de su nueva compañía de bajo coste, y tiene el morro de hablar de su intención de convertir Barajas en un hub de referencia universal gracias a la calidad de su empresa. El papel lo aguanta todo, aunque la realidad sea tozuda y diga que no, que hay mucho de chapuza y de insuficiencia en muchas de las cosas que IBERIA hace padecer a sus usuarios cada día. Y no me vale lo de que las encuestas digan que la satisfacción de los pasajeros es mayoritaria, o lo de que las incidencias son tan escasas que pasan casi por anecdóticas. Para quien se queda en tierra por el descontrol y el desorden no hay anécdota que valga. Y si encima falta el reconocimiento de que alguna cosa se hace mal, y hay que pagar por ello, el chiste pretendido es un insulto.

Hace no mucho fui testigo de cómo en una tienda de los chinos, el dependiente pretendía que una clienta aceptara una rebaja en un producto que ya había pagado pero que estaba caducado. La mujer se había dado cuenta al meterlo en una bolsa, y el chino quería devolverle sólo una parte del precio. El regateo, incluso en los perecederos ya perecidos, está en el ADN de estos listos comerciantes. IBERIA no tiene ni siquiera esa visión de la calidad en el servicio, que aunque sea cutre tiene mucho de reconocimiento de la culpa. De tan grandes que son, y tan importantes que se creen, se pegan el lujo de maltratar a los usuarios en el desgraciado entendido de que para volar, a veces hay que seguir comprando sus billetes. IBERIA, cuando ya ha trincado la pasta, jamás se equivoca. Y es una lástima que nadie les ponga en su sitio, que no está tan cerca de la excelencia como de lo que se jacta su presidente. Como no nos queda otro consuelo, ojalá los 65 euros de más que tuvo que pagar César por ir a su casa se los tenga que gastar algún alto directivo de la aerolínea en antidiarréicos.

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2 Comments

  • By Libertario, 12 abril 2012 @ 12:36

    Pues ya son británicos ….

  • By gatorabioso, 14 abril 2012 @ 18:04

    Apúntese otra don Victor: Iberia ha notificado a todos los que tenemos reservado con la compañía un próximo vuelo con destino Madrid-T4 ,que el mostrador de reclamaciones se ha transladado a la T-5. Es decir que si al llegar ve que su maleta está rota, deberá cambiar de terminal para realizar su reclamación… no importa si tiene que enlazar con otro vuelo o el tiempo que el ir y venir le suponga.

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