Controles y malas caras
Anoche me paró la Guardia Civil en un control preventivo de drogas y armas (eso lo supe después de un rato parado a los focos de las linternas y cuando ya me habían pedido el carné de conducir y los papeles del coche, y me había hecho salir de él). Esta gente hace su trabajo, que es protegernos de los malos, pero anda que no son desatentos y malencarados mientras lo hacen. Ni buenas noches, ni por favor, ni gracias, y la misma cara que pone al que le debes y no le pagas. Generan mal rollo con su actitud, que además me parece que muchas veces es discriminatoria y tendenciosa.
Me revolvieron el maletero sin volver a colocarlo, y me devolvieron la documentación desordenada, arrugada y fuera de la funda. Me hicieron colocarme en tres sitios distintos y encima replicaron de malos modos cuando me quejé de tanta vuelta. Que fueran las doce y media de la noche, hubiera un grado bajo cero de temperatura y no pudiera recoger la chaqueta para ponérmela y no helarme no les importó.
Delante de mí, en su coche, iba mi amigo, que fue cacheado y su documentación verificada por radio porque en el DNI dice que nació en Baracaldo y que vive en Bilbao. Si llego a preguntar seguro que o me llevo un bufido por curioso (algo así como “a ti qué te importa“) o me hubieran asegurado que era parte del protocolo y una casualidad. Mi amigo dice que le pasa mucho, y a mí no lo ha hecho nunca. O sea, que si sostengo que son prejuiciosos puede que no me equivoque en mucho.
Ojo, que no digo yo que no deba haber controles. Es por nuestra seguridad. Pero quizá otros modos en el trato no vendrían nada mal. Si a un empleado de Zara le exigen que sonría a los clientes, razón de más para la guardia civil (o la policía nacional o la local, que por el pelo andarán, seguro) lo haga también para no parecer siempre unos tipos que intimidad y dan miedo. El equilibrio entre seguridad y modales que no incomoden es muy fácil. Y para el que no sea capaz de hallarlo dejará de haber cursillos de empatía o trabajos administrativos que les eviten tratar con la gente.
5 Comments
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By Libertario, 30 noviembre 2010 @ 0:02
Buen retrato costumbrista y real. Sería necesario comprobar si tienen establecido un metodo para tratar a la gente o estamos al albur del humor del picoleto que nos caiga encima.
By Víctor Javier Cavia, 30 noviembre 2010 @ 16:53
Me temo que al humor, amigo, al humor. Y cuidado el tuyo no se agrie durante el control, que lo mismo acabas en el cuartelillo
By Area, 7 diciembre 2010 @ 22:05
Hombre, personas mal educadas puede uno encontrarse en cualquier profesión, ahora bien, si algo distingue a los policías nacionales y guardias civiles españoles de los de los de otros países europeos, es el trato correcto que dispensan a los ciudadanos. ¿ A tenido Vd. la » fortuna » de encontrarse a esas horas con un control de las CRS de la policía francesa, los carabineros italianos o los » simpáticos » bobys británicos ? Yo de los tres, y le aseguro que prefiero al más desagradable de los que le han tocado, antes que el mejor de los mios.
By Víctor Javier Cavia, 17 diciembre 2010 @ 11:29
No, no he tendio. Y es cierto que en general suelen ser bien educados (de hecho, los que le tocaron a mi amigo en el control si le trataron con educación y cortesía pese a los añadidos al registro por ser vasco). Será por el color de mi coche, el modelo, o el frio, pero a los que me registraron a mi les venía mal el servicio.
By Víctor Javier Cavia, 17 diciembre 2010 @ 11:33
Se trata de licencias al escribir, que por cierto no se andan muy lejos (por lo que suelo escuchar) de lo que opina una ámplia mayoría de personas del común. De todos modos, diré que conozco policias nacionales, locales y guardia civiles que son estupendas personas y mejores profesionales, pero ya sabe usted que en estas cosas del servicio público, lo correcto se presupone, como el valor en la mili, y no se premia, porque es obligado, y lo que queda es lo malo, que sirve para estropear el buen hacer de todos.
Gracias por los piropos, por cierto.