Honor a Los Caídos por España
Desde que el ejército español participa en misiones internacionales, su comportamiento, profesionalidad y espíritu de servicio ha ayudado a mejorar la imagen de España en el mundo. Los soldados españoles, por su forma de ser, por ese espíritu quijotesco que tenemos, han sabido estar a la altura en situaciones complicadas como en la guerra de los Balcanes, la guerra de Irak, Líbano o la actual guerra de Afganistán.
Estas misiones, que tan necesarias son para que España tenga la influencia que merece y necesita en el mundo, han supuesto un alto coste en vidas. Desde que, en 1993, cayera en acto de servicio un capitán de La Legión cuando un convoy transportaba sangre para los hospitales de Sarajevo, son muchos los soldados que, en el cumplimiento de su deber, han dado su vida por España.
Hasta el siglo pasado, nuestro ejército estaba diseñado para defender la integridad de nuestras fronteras y, ahora, defienden nuestra integridad por todo el mundo. Debemos ser conscientes de cuál es la misión de nuestras Fuerzas Armadas y valorar el trabajo que nuestros soldados realizan.
Desafortunadamente, los medios de comunicación no muestran el más mínimo interés en conocer qué están haciendo nuestras tropas en zonas de guerra. Estos mismos medios que, en su momento, nos recordaban todos los días, con costosas emisiones vía satélite desde Bagdad, la lucha de la «insurgencia» contra las tropas de la coalición (incluidas las españolas), ni siquiera mostraron, aunque eso es de agradecer, la humillación que nuestras tropas sufrieron al retirarse de Irak.
A cualquiera que conozca algo de historia militar le hervirá la sangre al conocer que, en la retirada de Irak, los soldados italianos llamaban cobardes y sacaban pañuelos blancos a nuestros soldados.
Esa mancha de Irak es la que un gobierno actual de pusilánimes quiso limpiar pensando que, si los soldados que se retiraban de Irak iban a Afganistán, nuestro amigo americano nos perdonaría.
Pero de lo que no se dieron cuenta estos pacifistas de biblioteca, es que a Afganistán nuestro ejército no ha ido a repartir aspirinas y caramelos, sino a luchar en defensa de nuestra integridad como país contra aquellos que, por ejemplo, consideran que Andalucía tiene que formar parte de su imperio de terror.
Para luchar contra esos fanáticos, enemigos de España, es por lo que está jugándose la vida, todos los días, nuestra gente en Afganistán. Pero esa verdad incómoda no la puede soportar Zapatero, y por eso, no se ha elegido el equipo adecuado que necesitan nuestras tropas.
Si ya vimos cómo la estrechez de miras de nuestro gobierno hizo que se destinaran vehículos sin inhibidores al Líbano, con fatal desenlace, a Afganistán hemos enviado helicópteros inadecuados y vehículos sin blindaje ni características adecuadas capaces de salvar vidas ante ataques con minas, lo cual ha tenido un coste en vidas impagable.
Esta actitud de negar lo evidente, pone en grave riesgo la integridad de nuestras tropas de manera que, es seguro que el fallecimiento de John Felipe Romero no sea la última baja que tengamos. Espero que la próxima vez que se produzca un hecho tan triste, la persona que decidió que nuestras tropas estén en Afganistán tenga la hombría de recibir, con los honores que merecen, a Los Caídos por España.
General | El Alférez Trueno | 
6 febrero 2010 11:48
2 Comments
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By FJM, 6 febrero 2010 @ 22:29
No es un problema de hombría. Es cuestión de estar ocupado en otros menesteres a los que concede mayor prioridad ¿?
By Fuentecaliente Alc, 9 febrero 2010 @ 22:03
Este gobierno lo que intenta es dar imagen de «buenismo», solo es fachada para lavar la imagen de ineptitud del mismo, para lavar la cara han encontrado y colocado al frente de los militares a la supuesta cara bonita del gobierno Dña Carme… que pone una cara de circunstancias que más parece estreñimiento. Nunca he sido socialista pero prometo que tampoco me hubiera importado serlo, pero viendo lo que hay es que se te quita hasta las ganas de pensarlo.