Consejos del jefe de escalera para “ahorrar en la luz”

El jefe de escalera de mi edificio ha colgado una nota en el portal avisando de que ha descubierto un aumento en el consumo de electricidad del bloque. Imagino que comparando facturas. Ha incluido tres recomendaciones para reajustar el gasto, a saber: no llamar a los dos ascensores al mismo tiempo (es decir, elegir uno y esperar que sea el que está más cerca. Dice que la espera no es tanta en comparación con la electricidad que se ahorra), no apagar las luces del portal para que los sucesivos encendidos no eleven la factura (mi padre me ha explicado que esto es una tontería, porque la punta de potencia que hace falta para encender los tubos fluorescentes es muy pequeña, casi imperceptible. Y si lo dice mi padre…) y no accionar la luz de la escalera más que si hace falta (que es siempre, porque la única luz que llega viene de un patio interior que a partir del noveno, justo debajo del tejado, es ninguna). Se ha quedado tan ancho, como cuando se tiró dos semanas colocando extintores en los descansillos o cuando nos intentó convencer de que rebozar de eslurri (el pichi de toda la vida) el garaje era muy conveniente (la broma de dos semanas con el coche en un aparcamiento cerrado comunitario para poder usarlo me salió por 84 euros).

De mi jefe de escalera no podrán decir ahora que no es un concienciado ecologista que mira además por las finanzas del procomún. Como no soy propietario, no asisto a las juntas (esas que se hacen en el portal y siempre acaban a gritos), pero hubiera dado un brazo por oírle de viva voz en la última las explicaciones sobre el gasto eléctrico y las medidas a poner en práctica para corregir la situación. Teniendo en cuenta que a estas cosas casi nunca asisten otros que los viejos, tiene que haber sido la risión verles las caras. Como lo será el día que m encuentre subiendo andando y a oscuras hasta el sexto a la señorina que vive debajo de mi casa, que tiene años como para regalar. O la próxima vez que el del segundo, un señor muy de izquierdas con casi 90 tacos, se quede traspuesto esperando a uno de los ascensores, el que ha tenido la mala suerte de llamar y que estaba en el noveno. O cuando mi vecina de enfrente, la viuda del catalán, se deje los dientes en un descansillo bajando la basura sin encender la luz. Porque todos ellos, que sí van a la reuniones, son bien capaces de dar por buena la milonga del ahorro (me juego lo que sea a que el incremento es de cuatro perras, la mitad por la subida del precio del vatio de principios de año)

Quizá me aventure a complementarle la lista de recomendaciones. Podríamos prohibir a los vecinos del quinto para abajo usar los ascensores, o directamente quitarlos y sustituirlos por un par de cuerdas con unas poleas para que te suba un burro que tira amarrado al otro extremo. Y cambiar las luces de la escalera por velas, que en la tienda de los chinos andan a seis unidades por 90 céntimos. Y ya de paso, retirar la puerta del portal, para no gastar con el portero automático, y poner una cortinilla de esas hechas con macarrones crudos. Y si ya dejamos sin corriente la antena colectiva y nos conformamos con la radio, que va a pilas y apenas consume (y si lo hace, de lo nuestro gasta), nos salimos.

Los jefes de escalera suelen tener muy poco que hacer, y por eso se les ocurren cosas como al de mi edificio para rebajar la factura de la luz. A lo mejor el ministro Sebastián debiera convocar al ministerio a un par de ellos como este para que le diseñen un Plan de Ahorro. No sé si sacaría algo en claro, pero divertirse se iba a divertir un huevo (como yo con la foto suya con la camiseta de la selección española y la bombilla de bajo consumo que ilustró un reportaje en un dominical, digna de un sketch de Muchachada Nui, por cierto).

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3 comentarios

  • By Libertario, 18 febrero 2010 @ 9:53

    D. Victor, que sería de los vecinos sin jefes de escalera, reconozca que desaparecidos los serenos son una especie sustitutoria muy oportuna.

  • By Fernando, 22 febrero 2010 @ 18:01

    Jejejeje… el artículo me acaba de recordar la serie aquí no hay quien viva… “un poquito de porfavor” y el Sr. Cuesta con esta nuestra comunidad… ¿tienes radiopatio?, a este no le afecta el apagón analógico…

  • By gatorabioso, 22 febrero 2010 @ 22:33

    a mi siempre me han fascinado los jefes de escalera. ¿No se acuerdan de la serie de TV “Aquí no hay quien viva”?. Cuando alguien ansía el puesto y además lo ejerce con orgullo y con argumentos como los que cuenta Victor, es porque subyace un complejo, una frustracion. Lo que Marañón definió como ” la pasión de mandar”

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