Estamos en Enero de 2019, en mayo se celebrarán Elecciones Municipales y Autonómicas en Cantabria que probablemente despejarán las incertidumbres de una legislatura que como poco cabe calificar de convulsa.
Desde luego que estos años no han sido los de un periodo que pueda considerarse favorable para los intereses socio-económicos de la Comunidad. Un paro insoportable que afecta a 38.000 personas, problemas constantes en Valdecilla, proyectos ( ocurrencias ? ) que parecen tomaduras de pelo, la mina de zinc, el ferrocarril, la Pasiega, los millones de chinos aprendiendo español en Comillas, la renta bruta de los hogares de Cantabria por debajo de la media Nacional igual que ocurre con el PIB per cápita, un Producto Interior Bruto que el trienio último analizado por el Instituto Nacional de Estadística nos otorga un crecimiento medio anual del 2,8, también inferior a la media de España situado en el 3,3. Así estamos, con peores indicadores y unas expectativas de futuro totalmente descorazonadoras.
Una Comunidad como Cantabria con enormes retos y problemas por resolver. Ahí está la situación demográfica, el convulso estado, ya apuntado, de la sanidad cántabra, la educación como campo de batalla de unos empleados sectarios que quieren manejar lo que pagamos todos como su botín de guerra ideológica o un sector secundario que languidece sin que se conozcan alternativas.
Ante este panorama que tenemos para solucionarlo…? que partidos serán los que dentro de cinco meses presente sus medidas para arreglar la situación…?. No parece que pueda ser Podemos a cuyo suicidio público estamos asistiendo en directo y que por primera vez desde el inicio de la legislatura corre el peligro real de no alcanzar el 5% de los votos válidos emitidos para entrar en el reparto de escaños, con lo cual dejaría tres más disponibles a ese pandemónium que será el reparto de los diputados en las próximas Autonómicas.
Mientras tanto en el PP continúan catatónicos, sin recuperarse del contaminado espectáculo de su último congreso , siguen sin designar candidatos sin hacer nada que pueda hacerles mejorar unas expectativas electorales menguantes, sobre todo cuando en su principal granero de votos, Santander, todos los datos apuntan un sopapo mayúsculo que les conducirá directamente a la oposición por primera vez desde 1983, con lo cual esperar de ellos capacidad para dirigir el destino de Cantabria sería vana esperanza, máxime ahora que la aparición en escena de VOX les puede meter un bocado electoral.
Queda la expectativa de Ciudadanos que tiene que celebrar sus primarias para elegir candidato, es decir, en buena medida su futuro electoral y su capacidad decisoria en asuntos de Gobierno Autonómico dependen de quien sea este, de la credibilidad que logre trasmitir y del programa que sea capaz de articular, porque sin superar con solvencia esta cuestión quedarán en la cola de los hambrientos políticos.
Del PRC y PSOE ya se conoce cual es su capacidad, son los responsables de la situación actual y los que tienen las cosas más decididas electoralmente hablando. El PRC con su pleistocenico líder da la sensación de no poder estirar más un personaje que ya da muestras de agotamiento y el PSOE en campaña de promoción constante de su reciente candidato en el doble objetivo de alcanzar un buen resultado y asegurar control de Partido. Pues bueno este es el panorama, la incertidumbre campando por Cantabria.
