HABLANDO DE RESPONSABILIDADES
La crisis económica no solo está destruyendo la economía española, enviando a millones al paro y creando una situación de pavoroso endeudamiento. Pero a ello, hay que añadir, la crisis institucional con relación al Tribunal Supremo, al Constitucional, a la cohesión autonómica, a la institución monárquica, a las fuerzas de policía,…Y en todo ese maremagno agitado, parece unánime la demanda de que Zapatero y Rajoy se pongan de acuerdo, culpabilizando a ambos de la situación actual. Todo ello, como parte del montaje mediático que pretende confundir como culpables a quienes denuncian la situación.
Y sencillamente no es lo mismo. El señor Zapatero es quien ostenta la responsabilidad de gobernar a un país y no puede escudarse en que la oposición no colabora. Si ésta se niega a colaborar con sus medidas, el Gobierno tiene la obligación y la legitimidad de plasmar su política y sus leyes en el Boletín Oficial del Estado por decreto. Le guste al PP o no. Con su cooperación o sin ella.
Lo que no se puede es pretender que quien radicalmente considera inútiles o dañinas las medidas del Gobierno, las respalde. El Gobierno debe gobernar, con el apoyo necesario, y si no lo consigue, deberá pensar en la dimisión.
Al Partido Popular se le podrían achacar responsabilidades si su oposición fuera cuestión de matices o pretendiera obtener un beneficio propio a cambio del apoyo. Lo que nadie cuenta, es que aún se espera un listado creíble de medidas económicas que resuelvan la situación de crisis económica, monetaria, laboral y social por parte del actual Gobierno. No ha ocurrido así con el Partido Popular, que ha presentado en el parlamento una serie detallada de medidas, simplemente ignoradas por los actuales gobernantes.
El señor Zapatero no suscita ya credibilidad, y con frecuencia se señalan las carencias del señor Rajoy, quien ciertamente no es una estrella mediática. Pero no es Rajoy, ni lo es el PP responsable de la situación económica actual. Que determinadas Comunidades Autónomas regidas por el PP tengan una elevada deuda o que hayan surgido en ellas casos de corrupción, no añade ni quita nada al cataclismo que ha provocado la gestión socialista en los últimos años. Con igual o mayor corrupción, con igual o mayor deuda autonómica, el Gobierno central es el responsable de no aplicar las medidas drásticas que la economía española necesita. Les guste o no a los sindicatos, le gusten o no a la oposición. Y deberá afrontar su responsabilidad o declararse incapaz de resolver la situación.
Insultar permanentemente a la oposición política, revolver en el viejo “ tu más “, rebuscar en la memoria histórica, desestabilizar al Tribunal Supremo , conceder al líder de la oposición menos credibilidad que a los dirigentes de los minúsculos partidos nacionalistas, o que a los líderes sindicales que fueron incapaces de reunir el 1º de mayo en Madrid a sus propios liberados, es sencillamente un despropósito.
Y de eso no tiene la culpa Rajoy. La tiene el señor Zapatero, quien pasará a la historia como el presidente que condujo una España próspera a una España en quiebra. Y con riesgo de ruptura institucional.